Es la predisposición a actuar proactivamente y a pensar no sólo en lo que hay que hacer en el futuro. Implica marcar el rumbo mediante acciones concretas, no solo de palabras. Los niveles de actuación van desde concretar decisiones tomadas en el pasado hasta la búsqueda de nuevas oportunidades o soluciones de los problemas.

Los diferentes niveles

Una persona con iniciativa no tiene por que ser la persona con iniciativa que tu empresa busca. Esto es debido a que, como en todas las competencias, existen una serie de niveles que caracterizan la iniciativa. Por ejemplo, una persona puede ser capaz de resolver problemas. Sin embargo es posible que no aporte dinamismo, no pueda crear oportunidades para su empresa o que necesite la aprobación de otros individuos para tomar decisiones.

Estos son los 4 niveles de la competencia de iniciativa y algunas de sus características:

Nivel 1

• Se anticipa a las situaciones diarias.
• Propone mejoras en su entorno laboral.
• Analiza las situaciones planteadas y elabora planes de acción.
• Es capaz de solucionar problemáticas cuando estas se presentan.
• Reacciona de manera adecuada frente a las dificultades.
• Aprovecha las oportunidades cuando se le presentan.

Nivel 2

• Es capaz de enfrentar y resolver crisis.
• Crea protocolos de acción a la hora de enfrentar una crisis.
• Genera propuestas de mejora a corto plazo.
• Posee una gran capacidad de pensamiento analítico.

Nivel 3

• Es capaz de emprender acciones por iniciativa propia asumiendo la responsabilidad.
• Consigue minimizar los problemas potenciales.
• Crea nuevas oportunidades para la organización.
• Genera propuestas de mejora a largo plazo.

Nivel 4

• Desafía lo convencional y anticipa futuros escenarios.
• Actúa para crear nuevas oportunidades y evitar problemas que no son evidentes para los demás.
• Promueve ideas innovadoras.
• Es imitados por otros.

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